La Licencia de Ministro Distrital
La Licencia de Ministro Distrital es el próximo nivel de licencia. Un ministro con licencia distrital tiene una esfera expandida de ministerio y de responsabilidades en la iglesia (Manual 530.7) y es un miembro del cuerpo ministerial en vez de ser un miembro laico de la iglesia local. Por esta razón, tanto el proceso como los requerimientos para recibir esta licencia son diferentes a los que se necesitan para obtener una Licencia de Ministro Local. Cada Distrito tiene una junta que supervisa el proceso de credenciales para otorgar las Licencias de Distrito para la recomendación a la ordenación. Algunos distritos se organizan como una sola Junta Ministerial mientras que otros distritos dividen las responsabilidades entre dos juntas separadas: La Junta de Estudios Ministeriales de Distrito, responsable de ayudar a formar las oportunidades de aprendizaje para toda la vida para todos los ministros y para orientar a esos individuos para que completen el Curso de Estudios; y la Junta Ministerial de Credenciales de Distrito, responsable de una variedad de tareas que incluyen la recomendación de individuos para la licencia de distrito y la ordenación.
Solicitud de Una Licencia de Ministro Distrital
Usted puede solicitar una licencia de distrito bajo las siguientes condiciones:
1. Usted debe tener una Licencia de Ministro Local por al menos un año completo;
2. Usted debe haber completado al menos un cuarto del Curso de Estudios requerido al participar en un programa validado del Curso de Estudios;
3. Si usted alguna vez se ha divorciado, la Junta de Superintendentes Generales debe haberle otorgado la aprobación para que usted pueda solicitar una Licencia Ministerial de Distrito (más información será provista abajo);
4. La junta de su iglesia local debe recomendarlo a la Junta Ministerial de Distrito para que se le otorgue una Licencia Ministerial de Distrito o para que la Licencia Ministerial de Distrito le sea renovada.
Además de entrevistar a los candidatos para licencia distrital y la ordenación, muchos distritos incluyen un proceso de evaluación más amplio, muchas veces al seguir un formato de un evento intensivo de un fin de semana. El propósito es ayudarle a continuar explorando y definiendo su llamado y para equipar mejor al Distrito para prepararlo para una vida entera de ministerio efectivo. Participe en las experiencias de evaluación con apertura y anticipación.
Si usted cree que ha cumplido con las dos condiciones arriba enumeradas (y la tercera, si aplica), tenga una conversación con su pastor y la junta de la iglesia sobre la posibilidad de recibir una recomendación para la Licencia de Ministro Distrital. Regularmente, esto incluye una entrevista con la junta de la iglesia local similar a la de renovación de la Licencia de Ministro Local.
Dependiendo de su progreso en el Curso de Estudios y la evidencia de sus dones y gracias en el ministerio, la junta de la iglesia puede recomendarlo para una licencia distrital. En este caso, su pastor debería darle una “Solicitud de Licencia Ministerial” junto con la información que necesita presentar en el momento de participar en las entrevistas de credenciales que se llevan a cabo anualmente por parte de la Junta Ministerial de Distrito. Regularmente, las entrevistas están programadas dos o tres meses antes de la asamblea de distrito. Si su pastor no le provee el formulario y la información, contacte a la oficina de distrito lo más pronto posible. Para encontrar la información de contacto de su distrito, seleccione “District” en el menú del sitio web de la Región USA/Canada (ver Nazarene.org).
Si la junta decide no recomendarlo para la Licencia de Ministro Distrital, acepte esto como una oportunidad de aprendizaje y discuta con su pastor las razones que llevaron a esta decisión. Este es un tiempo importante para dejarse enseñar y para pasar en oración, confiando en que Dios está obrando en el proceso. Continuar con el proceso educativo y permanecer involucrado en un ministerio de la iglesia local puede ayudarle a usted, al pastor y a la junta local a tener un sentido más claro del llamado de Dios y de dirección para su vida.